Apple sigue perdiendo terreno, aunque no lo reconozca
Ayer saltó a los titulares de la red la noticia de que Apple había vendido 10 millones de teléfonos en su primer fin de semana, batiendo sus propios records. Como siempre, la gran manzana, muestra lo que le interesa y oculta lo demás, Apple no es una empresa honesta. Estoy seguro de que esas cifras son correctas, es normal vender tanto después del fiasco de los iPhones 5S/5C, uno de los mayores descalabros tecnológicos que recuerdo; en lugar de abrir nuevos caminos, ahora es la gran manzana la que sigue a los que crean tendencia, concretamente, a Samsung, y los de Cupertino han sacado su primer phablet, con esas hermosas 5,5 pulgadas, contradiciendo nuevamente al profeta Jobs, enfundándose de nuevo su pistola para agachar la cabeza. Antes Apple le decía al mercado lo que debía hacer, ahora es al revés.
Hoy he leído un artículo muy interesante de Curt Prins, un analilsta al que seguiré de cerca, donde habla de la pavorosa derrota de Apple en los países emergentes y más pobres, ahí donde Google promete arrasar con sus móviles por debajo de 100$, su proyecto Android One. Y es que desde hace tiempo vemos esa barrera haciéndose grande, mientras los iPhone empiezan en 600€ y llegan a los 1000€, los Android, con idénticas funcionalidades, empiezan en 60€ y llegan a lo que quieras, claro está. Por 150€ hay móviles muy buenos, y por 200€, un Motorola G o un Xiaomi Red Rice, se mueven con fluidez como para no envidiar en demasiadas cosas al iPhone 6, y eso hace que Apple pierda mercado a pasos agigantados en todo el mundo, manteniendo su filosofía elitista y pseudoreligiosa. Podéis ver interesantes comparativas en Kantar World Panel, donde veréis que en 2 años y medio, en su casa, en EEUU, Apple ha pasado del 50% del mercado al 30%, y eso lo dice todo.
Me gustaría ver un mercado más reñido, a un Apple creativo y original y a un Microsoft peleón y con buenos productos, y a una Blackberry que reviviera con consistencia e ideas claras, pero me temo que está quedando todo diáfano para Google, y eso no es bueno.